miércoles, 25 de mayo de 2011

Juegos de niños, de Carmen Posadas


Siempre resulta una alegría descubrir un autor nuevo que nos haya gustado. Acabo de leer Juegos de niños, de Carmen Posadas, uruguayoespañola.
Es la historia de una novelista que acaba de comenzar una novela, simultáneamente se acaba de mudar a España, al mismo sitio donde pasó su infancia, y se da cuenta de que el argumento de su novela tiene que ver con situaciones que había vivido de muy joven con determinados amigos, uno de los cuales murió en un accidente, y ahora pareciera estar repitiéndose la historia con su hija a quien, casualmente, la lleva a continuar sus estudios al mismo colegio al que ella había asistido. Es interesantísimo el planteo, las disquisiciones de la autora, la verborragia impresionante que despliega y te deja sin aliento. La confusión entre la ficción y la realidad. La vuelta de tuerca en su guiño a Cortázar, específicamente al cuento Continuidad de los parques, que a su vez le da nombre a ese capítulo. Y, sobre todo, las permanentes alusiones al papel del escritor, al proceso creativo, las diferentes técnicas, las maneras de buscar su forma de incentivarse, distintos recursos para proseguir la historia, disquisiciones éticas sobre si es o no válido copiar la realidad textualmente y al final nada más cambiar los nombres de los personajes, los distintos planos narrativos de la escritora, de sus narradores, de sus personajes. Toda la narración que permanentemente se está abriendo a distintas alternativas, distintas realidades, que obliga al lector a un grado de atención total, de lo contrario resulta imposible de seguir la trama. La casualidad de la repetición de nombres en los personajes, Antonio como niño muerto en aquel accidente, Antonio como el padre desconocido de la hija de la novelista, y otra vez Antonio como el hijo del amante actual de la novelista. Además, la hija de la autora en la novela se llama igual que la hija de la escritora. Y un final que, textualmente cierto, es de película, no se puede contar.
Confieso que terminé de leer la novela hoy por la mañana, que no pasó tiempo suficiente para que decante y se de un tiempo para otra apreciación a más distancia, más neutral. Caminé las cuadras clásicas de Corrientes en busca de otro libro de ella. Siempre me sucede lo mismo, encontré apenas uno, ni la conocen en muchas librerias.
Al menos, Juegos de niños me parece muy recomendable.

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