miércoles, 10 de octubre de 2007

Lecturas veraniegas de Anna

por Anna

He leído bastante en los últimos meses (me he aficionado a visitar la biblioteca municipal, supongo que ya era hora), y paso a comentar los libros que he leído recientemente:

- La Pell Freda (La Piel Fría) de A. Sánchez Piñol

Creo que su principal virtud es que desde buen principio te atrapa (o al menos ese fue el caso conmigo), y te lleva de sorpresa en sorpresa. Además está bien escrito, y te transporta a realidades como mínimo inusuales.

- El médico de Noah Gordon.

Alguien ya lo comentó. No sé exactamente por qué motivo me atrapó este libro, ni cómo conseguí acabarlo (teniendo en cuenta su grosor). Creo que fue porque es ameno, porque te descubre el mundo de hace unos siglos y porque te lleva de la mano por un montón de aventuras. Lo que menos me gustó, aparte de las descripciones muy explícitas de heridas y enfermedades diversas, fue el trabajo del traductor. Me ha pasado ya con varios libros, parece como si los corrigieran hasta la mitad, más o menos, y a partir de entonces los fallos empezaran a ser garrafales. Y lo digo con conocimiento de causa, porque en casa tenía dos ejemplares, uno traducido al catalán y otro al castellano, y ocurría lo mismo con ambos (aunque uno era más leíble que el otro).

- Esta historia de Alessandro Baricco.

Me encantó. He leído dos libros suyos anteriores, Oceano Mar y Seda, y ambos me han gustado pero me han dejado con la sensación de que falta algo, de que hay demasiado empeño en la forma y demasiado poco en el contenido. Sin embargo este me gustó de verdad, me pareció como si su prosa hubiera madurado mucho.

- Nana de Chuck Palaniuk.

Me gustó especialmente la manera como está escrito, directa, brutal, frases cortas, casi ningún adjetivo. Sé que otros libros suyos son muy violentos, explícitos y demás. Este debía ser de los más suaves. En todo caso me gustó mucho, aunque es de esos casos en los que voy postponiendo el alquilar otro de sus libros, porque me dejó un sabor de boca un tanto amargo, existencialmente hablando (sí, bueno, soy muy influenciable en ese aspecto).

- Happiness de Will Ferguson.

Este libro al principio me encantó, y hasta llegar casi a los últimos capítulos no podía dejar de leerlo en cuanto tenía un momento. Es como una enorme broma que contiene un montón de pequeñas bromas geniales en su interior. Una crítica a el estado del bienestar, a los libros de autoayuda sobre todo. Pero luego llegan lo últimos capítulos y la cosa se estropea, al menos eso creo yo. De todos modos creo que su lectura vale la pena por muchos motivos, uno de ellos las carcajadas que provoca de vez en cuando.

Y bueno, he leído más libros últimamente, pero de momento lo dejo aquí. Ah, sí, también recomiendo cualquier libro de relatos Quim Monzó. De cualquier tema cotidiano es capaz de sacar un relato de esos que llevas colgando en la memoria largo tiempo después.

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